Política Disruptiva
Pedro Martínez Bello
Urgen sanciones en el Tribunal Superior de Justicia
Sin duda alguna hoy la administración de justicia en el estado de Morelos vive momentos de crisis, de parálisis y credibilidad social ante lo que deb
ió ser un simple cambio de presidente del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), que al final los togados únicamente piensan en mantener el poder solamente para volverse millonarios con el dinero del pueblo.
En crisis desde hace un año y medio vive el Poder Judicial, porque los magistrados imponen su interés personal, por encima del interés publico, no les interesa mejorar la administración de justicia que reclaman los justiciables.
Desde que se partidizó y fueron vendidas las magistraturas por el Congreso local convirtieron al Pleno en un mercado de valores financieros, en el que todo voto tiene un costo y ese lo paga el pueblo.
Sin duda alguna se vienen los dos últimos año de los actuales magistrados con un desgaste inédito, una serie de componendas en su Pleno, de las cuales vendrá un saqueo al presupuesto y también al Fondo Auxiliar, porque al salir del cargo la quemada social de los que hoy integran el Pleno Judicial será inmensa y no podrán enbonar en sociedad.
La crisis de credibilidad de los magistrados ha trascendido en el país, es notoria y ante todo han evidenciado su ignorancia en materia del derecho, a tal grado que ni como abogados postulantes o litigantes serán contratados.
Con urgencia el Congreso local debe intervenir en buscar las sanciones a los magistrados que integran el pleno, ya hay varios que deberían ser sujetos al juicio político por la ausencia a sus obligaciones y denunciados los 22 en la Fiscalía Anticorrupción por delitos cometidos por servidores públicos en agravio de la administración de justicia.
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