😠📉 “Seguridad sin rumbo: Urrutia invade la FGJ y deja al pueblo a merced del crimen 🚨🩸”
Política Disruptiva
Pedro Martínez Bello
Intromisión de Urrutia en la FGJ.
El afán por obtener reflectores e inmiscuirse en otras áreas que no le corresponden, del secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, Miguel Ángel Urrutia Lozano, deja como resultado el repunte de la violencia y, ante todo, el homicidio doloso que siempre califica con la trillada frase: “son venganzas entre grupos criminales”.
Mientras, a ras de pueblo destaca la zozobra y el pánico porque las balaceras y los asaltos son constantes, comunes en una comunidad donde presume la disminución de los delitos de alto impacto como parte de los discursos del sector oficial.
La prevención del delito es un programa inexistente y todo se basa en operativos de patrullajes sin sentido, en donde las patrullas pasan por las calles de los municipios como transporte de turismo, aun en las zonas consideradas como focos rojos.
Muncho menos existe prevención de aquellos delitos que tienen alto impacto o mayor incidencia en la sociedad, porque el mapa criminal cambia por cuanto a la región del Estado. Así, tenemos que el delito de abigeato es el de mayor incidencia en municipios como Tlaquiltenango, mientras que en Cuernavaca casi no tiene abigeato, y su incidencia delictiva cambia de acuerdo a la colonia, en la Antonio Barona es el homicidio calificado, en los Patios de la Estación es el narcomenudeo, en La Carolina el robo a casa habitación etcétera. De ahí la importancia de contar con una estrategia de prevención del delito en específico.
A un año de haber tomado posesión como secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, los informes de resultados que cada dos semanas relata en un largo discurso no van con las cifras presentadas por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Sin embargo, el jefe de la policía del estado de Morelos está más preocupado por realizar las acciones de investigación y persecución del delito, que son responsabilidades del Ministerio Publico, mientras que la obligación Constitucional del secretario y por la cual recibe un oneroso salario, es la prevención de los actos con violencia.
El protagonismo de Urrutia lo ha llevado a la Mesa de Coordinación por la Paz y puede provocar una falta de coordinación con el ministerio público del fuero común y, como consecuencia, falta de avances de la prevención y persecución de los delitos, que la población morelense siga a merced de los grupos criminales y hasta de la delincuencia común y corriente sin que nadie les ponga un freno.
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