Con voz firme y sin miedo, el Dr. Leonel Díaz Rogel, nuevo titular de la Fiscalía Anticorrupción, está sacudiendo el árbol podrido. A poco de tomar las riendas, comenzó con una depuración que más parecía fumigación: se fueron los más señalados, los mismos de siempre, los intocables.
Pero no se quedó ahí. Leonel ordenó una auditoría completa a su propia institución, porque quien nada debe, nada teme. Y porque la justicia empieza en casa. Eso es dignidad, eso es compromiso con el pueblo.
Dicen que cuando el río suena, es porque agua lleva, y en los pasillos ya se murmura que los de la administración anterior están sudando frío. Y es que si salen anomalías, como parece que será, la ley se va a aplicar. Aquí no habrá compadrazgos ni impunidad.
El pueblo de Morelos merece justicia verdadera, no teatros. Y este doctor en derecho viene decidido a demostrar que no todos los funcionarios son iguales.
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